sábado, 21 de febrero de 2015

Protagonistas, en 1ª persona

     Milciades Arrua Miranda dialogó en exclusiva con Soy Gallego y realizó un repaso de toda su vida personal y futbolística. Entrá a la nota y conocé en detalle, la historia de este jugador guaraní que, a fuerza de garra y regularidad, supo ganarse el corazón de todos los hinchas españolistas.  




Yo, Milciades Arrua Miranda

     Nací en San Juan de Nepomuceno (departamento de Caazapá), una provincia de Paraguay, de una familia nómada. Vivíamos 5 años acá, 5 años allá, porque mi papa era camionero y viajaba mucho, y eso hacía que nos mudáramos siempre. Estudiaba donde me tocaba. Viví siempre con mis padres hasta los 18 años que decidí ir a laburar a Asunción.


 El casual comienzo en el fútbol

     Empecé a jugar a los 20 años. Me acuerdo que cuando me fui de Caaguazú a Asunción, tenía un vecino que era dueño de una farmacia muy grande. En Asunción labura de mozo en los hoteles. Un día me llama mi vecino de Caaguazú:
-¿Querés venir a jugar a mi club?
- ¿Qué club?
- Universo. (Fundo un club que se llama Universo, de Repatriación,vecino de Caaguazú seria).
-Mirá que yo nunca jugué a la pelota.
-No hace falta, es un club nuevo, de 0.
 -No gracias, estoy laburando bien acá, vos sabes como es mi familia.
 – Bueno yo te doy tanto, más ropa y comida.
Así me inicié, era el único jugador del club que cobraba. A los 21 ya era campeón con Universo.

De Luque a Banfield, con escala

     El DT de Universo era Luis Jara, jugó mucho tiempo en Chile y en Cerro Porteño. Un día me agarra y me dice “Arrua querés ir a probarte a Luqueño?”.  Éramos 400 y el único que quedé para la primera fui yo, después quedaron más chicos para inferiores. Jugué un partido, y al tercero no daba más. Al cuarto partido, mi físico me pasó factura, no podía levantar las piernas, no aguante el ritmo. Me costó 6 meses volver a ponerme en forma. Pensé que no volvía a jugar más. Carlos Kiesse, fue mi primer DT (profesional). Me quería mucho.  Fui a un médico, y me confirmó que no podía aguantar el ritmo, pase de 0 a 100 km en muy poco tiempo. Me puso un preparador físico cubano durante ese tiempo. Se pensaba que yo era vago que no quería correr, pero mi físico no me daba. Hasta que me hernie y me operaron.
El primer partido que jugué después de 6 meses, me bajaron a reserva para que tome ritmo, y fue  justo contra Olimpia que jugaban todos los que no jugaban en primera. La rompí toda, metí dos goles de cabeza. Ahí me di cuenta que estaba recuperado.
Ese partido lo vieron de Corea, y se pusieron en contacto con mi representante Marcelo Torcida, que me iba a comprar el pase.  Me quería el Samsung de Corea si o si. Sin darme cuenta, en un abrir y cerrar de ojos, estaba probando suerte en Lille de Francia.  A todo esto, estaba latente lo de Corea. Fuimos a Francia y estaban también los del equipo coreano. No sé qué paso, pero nos tuvimos que ir de Francia. No fui ni al Lille ni al Samsung.
       
Volví a Paraguay y estaba sin club. Junto a Aureliano Torres (ex selección), entre otros, vinimos a probarnos a la CAI (CR). Estuvimos un mes a prueba. Marcelo Fuentes era el entrenador. Vinimos  a jugar un amistoso con Banfield, y nos quedamos entrenando en Banfield.  Hubo un problema de representantes y nos tuvimos que volver a Paraguay. Cuando regresé a Paraguay estaba sin club y con mi pase en manos de otro representante, un abogado.
 

Un gladiador guaraní en Europa

     Un día un italiano vino a ver un partido y se quería llevar a un jugador de 1ª. Yo estaba entrenando con jugadores libres. Me vio a mí y me llevo al Chietti. Jugué 6 meses y como no tenía pasaporte comunitario, no podía seguir jugando.  El último partido amistoso, el DT me preguntó si quería jugar y le dije que si así me despedía de los pibes. En la tribuna había alguien mirando el partido que parecía un mafioso. Termino y me señala. Viene el DT y me pregunta qué iba a hacer, le dije que volvía a mi país porque el gobernador no me quería firmar el permiso.
-El tipo que esta allá tiene un club en Macedonia- me dice.
Bregalnica de Macedonia
 Yo nunca había escuchado eso, ni sabia donde estaba. Va a inaugurar su estadio y va a ir a jugar la Fiorentina. Jugaba Bregalnica vs Fiorentina. Jugaba un tal Christian Riganò para el club italiano. Había 45 mil personas.  Me sentía un jugador ya realizado, profesional. Perdimos 2 a 1. Yo no te digo que era el bueno, pero mis compañeros eran muy malos. Había 3 brasileros y un nigeriano (el representante era Taribo West, así que un día fuimos a la casa en Nigeria, el “padre” le dicen).
 En Macedonia, me costó demasiado el día a día, la comida era un asco.  Vivíamos tomando yogurt con los brasileros porque la comida era malísima. En Macedonia estuve 6 meses y ahí ya me querían todos los clubes grandes de allá. Y a todo esto, el tipo que me llevo me consiguió gente del AEK de Grecia. En los diarios en el equipo ideal salía siempre. Era de lo mejorcito, me tenían bastante bronca parecía que jugaban contra Arrua y no contra mi equipo.
La última fecha estaban representantes del AEK de Grecia. El italiano (mi otro representante) me dice que hay gente de Grecia que quería hablar conmigo en el hotel. Se acercaron los del AEK y me llevaron a Grecia. Estando en el vestuario me llama una amiga italiana que ya conocía de Paraguay. Me llamo justo cuando estaba por salir a jugar un amistoso para que me vea la gente del equipo griego. Me llamó y me dice que se había muerto mi mama. Ya estaba todo cambiado, ni me acuerdo que hice. No salí a jugar, hacia  7 días que estaba muerta mi mama y el italiano no me había avisado. Lo agarré del cuello. Me tuvieron un mes de castigo en un hotel. Me escapé a Italia, y esta amiga mía (Patricia), me consiguió un boleto y me vine a Paraguay. Así fue mi paso por Europa.


Retiro, la vuelta en Honduras y regreso a Paraguay

     Volví a Paraguay y estuve sin jugar un año, me quede tan mal que no jugué más.  Este abogado que tenía el pase, me fue a buscar a mi casa y me dijo: -¿no querés volver a jugar?
-No quiero jugar más- le dije- quedé enojado con el fútbol, porque por culpa del fútbol me pasó todo esto.
-¿Sabés quién me llamo?- me insistió,-tu ex técnico de Macedonia. Viene a dirigir a Honduras, se llama Platense y te quiere llevar.
Y acepte la propuesta. Me fui a jugar a Honduras y como no cobraba me volví, el técnico también se fue. Quedó buena relación, todavía me dice que vaya a jugar allá, pero ¡ni en pedo! (se ríe).


Regresé a Paraguay a jugar en Nacional. Después  River, en segunda, pase a Sport Colombia. Jugué 6 meses en cada club.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario