Esa mañana fresca de abril, miles de hinchas gallegos llegaron con bombos, banderas y un telón a la esquina de Lavalle y Libertad. Allí se llevaría a cabo el remate de los terrenos ubicados en el Bajo Flores.
La espera se volvió tensa. Afuera se decía que Tinelli estaba interesado, que Moyano también quería hacerse de las tierras, hasta que Macri concretaría su afán de quedarse con el Deportivo luego de varios intentos fallidos.
Adentro, el apoderado de la Corporación Buenos Aires sur, "caballito de batalla" de Español, le aclaraba a los otros ofertantes que desistieran pronto de no superar "los 10 palos". Finalmente la adquisición se realizó por mucha menos plata.
Por qué la Corporación era el "caballito de batalla"? Era la única que garantizaba que socios e hinchas retornaran al club que tantas alegrías les había dado. La idea era generar un polo deportivo, donde vecinos de la Ciudad junto a la familia españolista compartieran y usufructuaran las instalaciones.
En ese momento, el jefe de gobierno era Jorge Telerman quien, al sonar de gaitas y redoblantes, fue el encargado de cortar la cinta de reapertura. Pocos meses después salió electo Mauricio Macri y la orden fue clara: dividir el club en dos y levantar la escuela de la policía Metropolitana.
Claro que recaer solo la culpa en el actual presidente es mirar una parte de la historia. Gestiones de dirigentes que no estuvieron a la altura, con intereses propios por encima de los de la institución, fueron atenuantes de tal destino. Sin embargo con ayuda y decisión política -únicamente- hubiera sido posible mantener semejante monstruo (predio).
El primer partido oficial fue contra Armenio el 11/8/2007. El aburrido empate sin goles no opacó la felicidad de estar de vuelta. El rojo de las tribunas, pintadas por hinchas autoconvocados, contrastaron con el cielo gris de la tarde.
Los años pasaron y la pelota siguió girando: hubo un partido oficial ante Independiente, un ascenso a la B Metropolitana tras estadía en la 'C' durante tres años -desempate para no jugar en la D mediante-, el despido de un técnico campeón, entre otras cosas.
En la actualidad busca de a poco recuperar la identidad perdida: al Yin Tao, actividad propulsora, se sumaron futsal -femenino y masculino-, Baby fútbol, hockey sobre patines y boxeo.
En su día, los hinchas viven un presente esperanzador. El equipo triunfó las últimas seis presentaciones y el descenso ya no parece acechar. Hoy jugará un partido, no tan importante como hace 9 años, ante el puntero invicto de la categoría.
Daniel Rodríguez M.